Cristo desea nacer en tu corazón
Hace dos mil años, el Hijo de Dios,
eligió la gruta de Belén,
pero hoy elige tu corazón
como digno pesebre para nacer.

Te preguntarás con justa razón,
¿qué es lo que deberías hacer
para lograr que tu corazón
sirva de trono para un Rey?

Límpialo de ruidos y malicias,
y embellécelo con la humildad;
a cambio recibirás las primicias
del Dios del Amor y la Verdad.

No te afanes con regalos materiales,
ni pierdas tiempo en la apariencia,
que son las gracias espirituales
las que marcarán en ti la diferencia.

Permítele al único Rey de la Gloria,
que cambie tu vida en esta navidad;
que sea Él, quien re escriba tu historia
con acentos de fe, esperanza y caridad.

Haz la prueba y verás lo que el Amor
de Dios puede lograr en tu corazón;
con su misericordia y con su perdón
sanará tus heridas y aliviará tu dolor.

Porque el 2020 estuvo lleno de enfermedad,
lágrimas, caos, muerte y terrible desazón;
Por ende, Nuestro Dios Omnipotente permitirá,
que su Amado Hijo nazca en tu corazón.




Hoy es la Misericordia

Si el dolor te impide seguir caminando,
si en lugar de ayuda has encontrado rechazo;
ven a mí, hijo querido, y alivia tu cansancio.

Si la lucha no resulta en el éxito deseado
si muy lejos de la orilla, tu barca se ha quedado;
estás a la deriva sin esperanza ni consuelo.

Ven a mí con tu oración,
ofréceme tu corazón
que lo conozco ¡Yo soy su Creador!
Te haré vivir días de concordia
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida
no sufras más que ayer ya pasó,
alégrate pues, que hoy es la Misericordia.
¡Hoy es la Misericordia!

Intentas compartir tu desatino
y hasta tus amigos de ti se han reído;
lo comprendo muy bien, yo también lo he sufrido.

He estado ahí, pendiente de tu situación
el dolor es tan fuerte que pierdes la razón;
corre a mi regazo, renuncia al aguijón del pecado,

Ven a mí con tu oración,
ofréceme tu corazón
que lo conozco ¡Yo soy su Creador!
Te haré vivir días de concordia
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida
no sufras más que ayer ya pasó,
alégrate pues, que hoy es la Misericordia.
¡Hoy es la Misericordia!

Te veo venir con las alas a rastras,
yo voy a tu encuentro y tú no tienes palabras;
yo lo sé todo no me digas nada.

Abandónate en mi gran Misericordia
hoy sanaré tus días de extravío;
y ese gran lío de tu pecado, lo perdonaré.

Ven a mí con tu oración,
ofréceme tu corazón
que lo conozco ¡Yo soy su Creador!
Te haré vivir días de concordia
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida
no sufras más que ayer ya pasó,
alégrate pues, que hoy es la Misericordia.
¡Hoy es la Misericordia!




Están Contigo
Cuando todo parece tan incierto,como a veces suele ir...cuando el sol se hunde en el universo, amenazando no salir...¡están contigo! 


Cuando la tierra cambia el azulpor el color de la ceniza...cuando muy rápido vas túporque el mundo va más de prisa...¡están contigo!
En los momentos que la razónno te ofrece lo que buscas...y con las respuestas del corazón sólo te ofuscas; ¡están contigo!
Si los que llamas amigos, la espalda te han dado...y hasta los mendigos tu flaqueza han exaltado...¡están contigo!


Cuando ves que el orono compra la salud ni el gozo...luego comprendes que es un tesoro,tan pobre, que debe quedarse en el pozo...¡están contigo!
Cuando el ruido del mundo bloquea tu mente,
y te perturba el almay caminas errabundo, solicitando la calma...¡están contigo!

Cuando se acaba el espacioy se prolonga el tiempo...cuando el cansancio adormece todo tu cuerpo;¡están contigo!
En esos momentos, que la luz te faltay hundido en la obscuridad,el miedo te asalta, riéndose de tu fragilidad...¡están contigo!


Cuando todo a tu alrededor se torna inseguro...y no hay buen valedor que te saque del apuro; cuando el mundo se vuelca sobre tiy no pinta bien el porvenir...¡ellos están contigo!


Están para acompañarte,te ofrecen la paz y el amor que, el mundo, no sabe darte. Ellos que son luz y calor,están cerca de ti, para orientarte
y mitigar tu dolor.


Especialmente uno,que desde la eternidad El Hacedor del mundocreó para darte,
a través suyo, todo su amor, su luz, compañía y verdad. Él es tu ángel guardián, que de noche y de día,contigo está.


¡Él es tu ángel guardián
él es mensajero del Amor,tu amigo confidencial...el que te conecta con Diose ilumina tus pasos,en este mundo breve y material!



Mi Primer Hogar
Dios te pensó desde la eternidad
para que fueras mi primer hogar.
En tu palpitar, Dios me comunicó tu nombre;
Él quiso que te llamara: mamá.

Al calor de tu seno,
y bajo tu mirada amorosa
me encontraba yo sereno;
y con la esperanza gozosa
del día venturoso
en el que vería tu rostro
hecho de canto y de rosas.

Llegado el momento de ver la luz
por vez primera;
me acunaste en tus brazos
y me reflejé en el cielo de tu mirar.
y así, apoyado en tu pecho,
pude escuchar
tu corazón que repetía,
el dulce nombre de mamá.

A través de los años
has estado conmigo.
Aún hoy tus cuidados
me brindan eficaz alivio.
Tu bendición es mi escudo
tu cariño es mi tesoro más preciado
es algo que no se paga ni con rubíes
ni oro, y que me acompaña a cualquier lado.

¡Te amo,
Madre mía, te amo!
Te respeto, te admiro
y al cielo agradezco,
el prodigio tan sublime de la vida;
que bajo su Mirada Divina
en tu seno se fraguaba, madre mía.

Mi canto es de gracias por tu amor;
y por tu apoyo constante,
por enseñarme a amar a Dios
y a María Santísima, su Dulce Madre.
A ellos pido que te colmen con los
luminosos y abundantes dones
para que a cada paso que des
te guíen hasta sus Corazones.

De todas las alegrías
de la creación, como tú, ninguna.
¿Qué encanto tendrá una madre,
Que hasta Dios quiso tener una?

Esa fue su Voluntad
Dios: ¡Bendito seas!
Pensarte desde la eternidad
para que tú, mamá,
fueras mi primer hogar,
bendición, consejo y compañía;
mientras dura mi peregrinar por esta tierra.




Fique

Labrador que cantas
al verdor que aflora de las entrañas,
de la noble tierra colombiana;
donde sus laboriosas damas
dan vida a sus sueños, tejiéndolos.
Ahí renuevan el color de la savia,
que impulsaba al fique hacia el cielo
como saetas hechas de jade tierno;
ahí, en ese rinconcito de Colombia,
los días se enredan en los ovillos,
que luego con alegre compás se tejen
para dar forma a los recuerdos.
¡Hilanderas de alma bohemia!
¡Háblenme de su tierra!
Con vocablos de fique, color y cera.
Téjanme con miles de hilillos,
un costal para guardar las penas;
y los agobios fruto de mis faenas.
Tejedores que en sus oficios
al futuro saben ustedes mirar,
desenreden nuestros prejuicios;
en sus telares de alegría, fique y esperanza
recreando con ello un tapiz de hermandad.
Una vez vistiéndolo todos,
¡seamos una sola humanidad!
Tejida con la misma fibra,
esa que sólo puede ser tejida,
en los bastidores de su telar.





Puntos Carmín en la Infinitud
Cáliz fragante
que abierto al orto
su perfume reparte;
eternizando el instante
pues, su existir es corto.

El azul del éter
se inflama del hálito,
de los amantes que tejen,
una red donde queden,
los suspiros y sus te amo.

Es tan breve su estancia
en el jardín sideral;
que se aman con ansia,
con pasión y constancia
y con ilusión eternal.

El carmín de sus labios
se funde en el fuego;
del amor que ha brotado,
de su ser que inflamado,
exhala perfumes al cielo.

En un abrazo punzante
del alma hacen entrego;
y de uno a otro amante
con acento galante,
se confiesan sus secretos.

Es música y es canto
su idilio que nació;
del simple encanto,
de estar entretanto,
a un tiempo y espacio.

El Jardinero amoroso
se complace al verles;
tan plenos de gozo
que halla en ellos reposo
y bendice sus brotes.

Como les ama en exceso
los poda y atiende;
y con un tierno beso,
les promete el acceso,
al paraíso celeste.

Su mano acertó
en la gracia que impuso;
cuando los moldeó,
el uno para el otro,
sin contorno difuso.

Una sola rosa no muestra donaire
como lo haría unida a otra;
es como hojarasca al aire,
pertenencia de nadie,
es muy poca cosa.

Mas, los amantes son par
y sus carmines fundidos;
nos hacen recodar
que vale la pena amar,
a vivir mil olvidos.

Ramillete estelar
rosas fragantes
que el Jardinero,
supo premiar
con la gracia de amar,
y de coincidir en el tiempo.

Amantes que al fin del ocaso
su amor se habrán entregado;
sin premura: paso a paso,
todo su ser en un abrazo,
gotas de sangre en el éter azulado.

Que el Jardinero, abriendo su regazo,
reciba la pureza de su amor
como un grato holocausto.
Y fundidos con Él en un abrazo
se apague para siempre el temor.




Oda a mis abuelos
¡Santo Dios concédeme tu perdón
Que se me ha muerto el corazón!
Ochenta y tres años idos,
Miles de sueños cumplidos.
En los apogeos del invierno,
La muerte impuso su gobierno.
La vida y la muerte en estrecha complicidad;
No podrán arrebatarme la eternidad.
Cientos de estrellas saliendo a mi paso
Y un sol muriendo en el ocaso.
El astro agónico señaló el camino:
Sin retorno, sin escala, mi eterno destino.
En un punto del cosmos, cual aurora boreal,
Relucía el mundo, tan pequeño y material.
Sólo les llevo unos pasos, hijos amados míos,
Hacia un mundo sin hambres, ni dolores, ni fríos.
Aconsejo que, mantengan sus lámparas abastecidas
Para cuando Dios pida cuentas de sus vidas.
Sean valientes y sepan que, amar sólo a Dios, es la vocación;
Perfeccionada en la eternidad, de donde les envío mi bendición.


Gabriel Sánchez Navarro
23/12/2020


Rincón del Poeta

Gabriel Sánchez Navarro

Tren al Cielo

En Memoria de Eddy Lugo


La canción que canté
de mi casa al andén,
nadie la escuchó, sino Él;
y mis temerosas lágrimas,
esas que coreaban
un responsorio de ánimas,
nadie las vio, sino Dios

que conmigo lloraba.
Y mi ángel revoloteaba,
como un intrépido colibrí
porque angustiado intuía
que ese día yo, llegaría a mi fin.
Miraba al Creador ataviado
con sus miles de estratagemas
de amor y misericordia,
para cambiar mis ideas, pero...
no le permití lograr nada.
¡Oh, cuántas dulces cadenas de amor
reventé con mi voluntad férrea:
esa de morir, de no darme tregua!
Y mi ángel suplicante
le pedía a Dios que apartara
la tentación y al mismo tentador.
¡Tú que lo puedes todo, Señor,
haz que se derritan esos hielos
con el fuego eterno de tu Amor!
Y Dios no se interrumpía...
Continuaba con su tarea
de rescatar de la vetusta arpía
a su hijo enmarañado entre sus garras.
¡Qué gran misterio el hombre
por el regalo de su libertad!
Misma que su Creador respeta,
y por la que su Hijo Bienamado,
presto se tuvo que encarnar
para rescatarlo de satanás;
que le dio muerte con el pecado,
y que continúa llenándole la cabeza
de insidias para arruinarlo
como arruinado está él para siempre.
Eddy, querido hijo, escúchame:
desanda tus pasos y vuelve a casa.
Allá te esperan abriendo sus brazos
para darte el calor que a tu corazón
le hace falta para fundir el hielo
y sanar todas las heridas de tu alma.
Si hablas con ellos entenderán
que también un hombre debe llorar;
de tristeza, de frustración y de soledad.
Ellos son tu compañía, el sentido
y alegría de toda tu vida.
Eddy, esa es la vía del tren que,
traslada a cada uno de mis hijos preso
en su rutina y en su lucha diaria,
pero no la vía que debe traerte
hoy ante mi presencia, de regreso.
Es otro mi plan para ti, pero...
si persistes en tu obsesión,
si no permites que mi Corazón
mueva al tuyo, entonces...
te abandonaré en tu deseo.
¡Hijo mío, no! ¡Yo te entiendo!
Me duele que pienses que estás solo,
cuando es únicamente por mi gracia
que tus pies estás moviendo
hacia el sitio donde harás
mal uso de tu libertad...
Aún estás a tiempo de recapacitar
y desandar tus pasos del sendero
para comenzar de nuevo.
Yo estoy contigo, Eddy,
¡Mírame en el transeúnte,
y en el cielo a donde suben
tus suspiros cargados de desatino!
¡Yo estoy presente en tu camino!
Escucha Eddy esas notas,
que de lo hondo de tu alma brotan...
son para tu nueva canción.
¡Por favor, hijo, ten compasión
de tu Padre que muere otra vez por ti!
En la lejanía el silbido del tren
hizo que la carne de Eddy Lugo
se estremeciera, pero en su mente
no cambió la idea, y su ángel...
¡Su ángel bien pudo detener
la máquina asesina y traidora
de aquel gusano metálico que marcó
la última hora de un hombre
que vivió con determinación
y del mismo modo murió.
Si Dios respetó su humana libertad
no tenía por qué, un simple ángel,
ir en contra de su Divina Voluntad.
Eddy tomó el tren hacia el cielo...
y antes de tomarlo le dijo adiós
a todo lo que su Señor le regaló
en este californiano suelo,
en el que a sus 71 años decidió
que era hora de volver al Padre.
Al golpe del metal con su carne
se fue apagando en su pecho
la última canción que le compuso
al Dios del Amor y a Santa María,
pero que nadie más escuchó.
Que Dios te haya perdonado
querido Eddy, y que su Madre
Santísima abogue por ti ante su Hijo
a quien le cantaste por tanto tiempo.
Un réquiem de amor para Eddy Lugo
y el bálsamo de la Misericordia Divina
para los corazones que engendró
y que se encuentran desangrados
por la profunda pena de su partida.
Que el alma de nuestro hermano Eddy
por la Misericordia de Dios, descanse en paz.
Así sea.